El triunfo del profesor Pedro Castillo tiene varias interpretaciones. Ésta es la mía, recordando que, aunque no es era mi candidato por su radicalismo, pero es de Izquierda…
Veamos. Nuevamente hemos vivido uno de esos momentos en que el Perú nos recuerda que los pobres tienen su forma de expresarse…
Veamos. Hasta ahora no comprenden la vigencia de la frase de Basadre, cuando dijo que existen dos países, el oficial (en las capitales de provincias de la costa), y el Perú real en los andes olvidados y postergados. Yo he trabajado en una Villa (algo menos que distrito) con 12 caseríos, y 5 AA. HH., pero que esperaba que llegue el agua de la represa para el regadío y de ahí almacenar para lavar su ropa y hervirla y consumirla; mientras las empresas de uva tenían su represas de agua potable, y no regalaban ni una carpeta a los colegios adyacentes…
Aunque suene a demagogia, desde hace años hay millones de peruanos, que si no migran a Lima, sólo tienen la disyuntiva, o morir de hambre, o morir de contagio…
Hay que dejar de mirar el país desde la urbe…
Un buen ejemplo para entender lo que está pasando en el Perú, y guardando las distancias es analizar el fenómeno Trump en EE. UU.
Veamos. Con Donald Trump. se cumple el principio del péndulo. Se pasa de un extremo a otro. Por ello. No es que los votantes de Castillo sean «brutos», sino que ya están cansados de un sistema que diariamente les dice que nuestra economía marcha boyante, pero ellos siguen igual de pobres y postergados, y sobre todo DECEPCIONADOS. Por ello, se trata de un voto que expresa RADICALIDAD, HARTAZGO, Igual que lo que significó Trump en EE. UU, pero sirvió para que los demócratas se pongan las pilas y tomen mucho más en cuenta, por ejemplo a los migrantes…
Por ahora el péndulo está en el centro allá. Esperemos, dialécticamente, en el Perú, nuestros políticos (algunos al menos) escuchen a los olvidados, pues con en medio de una pandemia, y con un Congreso fragmentado, podemos agravar aún más la situación de la Covid…
por Billy Crisanto Seminario.