Mientras algunos retornaron a sus hogares tras el intenso movimiento telúrico que los obligó a abandonar sus viviendas, otros, optaron por continuar en la vía pública y bailar para combatir el miedo.
La intersección de los jirones Junín y San Martín se llenó se personas, quienes en su mayoría minutos antes habían salido despavoridos de las discotecas cercanas al centro histórico de Cajamarca ante el fuerte movimiento de las placas tectónicas, para bailar y entornar canciones junto a una banda de músicos.
Al mismo estilo de los carnavales, los alegres bailarines improvisaron una peculiar celebración que llenó de música y alegría las calles de la ciudad en horas de la madrugada.
Fuente: La República