31 de Octubre de 2022 (Oficina de Prensa).- Nuestro Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., se encuentra de visita en Tumbes, hasta donde ha llegado para encontrarse con nuestros queridos hermanos de la frontera norte de nuestro País.
Santa Misa con el Señor de los Milagros
Una de las primeras actividades que ha realizado hoy, ha sido la celebración de la Santa Misa que presidió en la “Parroquia San Nicolás de Tolentino”, donde clausuró el Mes Morado en esta importante Región. En medio de un clima de profundo fervor y recogimiento, los fieles tumbesinos se dieron cita para participar de la Eucaristía, que fue concelebrada por el Rev. Mons. Rafael Egüéz Beltrán, Párroco de la zona y Vicario General de Tumbes, y en la que participaron los hermanos y hermanas integrantes de la Hermandad del “Señor de los Milagros”, así como las principales autoridades de la Región, presididas por su Alcalde Provincial, Carlos Silva Mena.
En la Cruz se revela el amor de Dios por nosotros
Al iniciar su Homilía, Monseñor Eguren manifestó su alegría de poder reencontrarse una vez más con los fieles de Tumbes, a quienes les agradeció por sus oraciones y muestras de cariño. Refiriéndose a la Sagrada Imagen del “Señor de los Milagros” y reflexionando en el Mensaje del Evangelio, dijo: “¿Por qué veneramos al crucificado en el lienzo del Cristo de Pachacamilla? Porque en la Cruz se ha revelado al máximo el amor de Dios por la humanidad, es decir, por todos y cada uno de nosotros. La Cruz, es también el recuerdo permanente del amor de Cristo, que dio su vida por nosotros, sus amigos. Sabemos que la dimensión de la Cruz va aparecer en el horizonte de nuestras vidas en algún momento, como por ejemplo en la reciente pandemia que hemos sufrido”.
La verdadera felicidad está en servir
“Es imposible vivir un cristianismo sin cruz, por ello, cuando vengan esos momentos duros, no tengamos miedo. Miremos al «Señor de los Milagros», y abracemos la Cruz, pero no vacía, sino llena de Cristo. Durante los años más duros de la pandemia, el «Señor de los Milagros» no dejó de salir a nuestro encuentro haciéndose presente en nuestras calles, distritos, y hospitales, haciéndonos sentir su compañía y consuelo. Confortó a nuestros enfermos y moribundos, y concedió la vida eterna a nuestros difuntos. En aquellos momentos dramáticos y dolorosos de la pandemia, el «Señor de los Milagros» no nos abandonó, y nos ayudó poderosamente a no caer en la desesperación ante las adversas circunstancias que nos tocó vivir. No dejemos de ambicionar la Cruz, es decir, una vida de amor, de entrega y de servicio a los demás. Estemos siempre dispuestos a dar la vida por los hermanos. Pidámosle al «Señor de los Milagros» que nos ayude a comprender que la verdadera felicidad está en servir a los demás”.
Dejémonos tocar por el Amor del Señor
Finalmente, nuestro Arzobispo, nos animó a dejarnos tocar por el poder del amor del “Señor de los Milagros”: “Queridos hermanos y hermanas: A pesar de ser aquí una gran multitud, Él nos conoce a cada uno de nosotros. El «Señor de los Milagros», es el Buen Pastor que conoce a cada una de sus ovejas y las llama por su nombre. Él sabe quiénes somos, sabe nuestros nombres y lo que hay en nuestros corazones. Por eso los invito a hacer de este momento de la Misa y de la procesión, una ocasión para que cada uno pueda abrirle su corazón al Señor. Él es Dios, su Amor es infinito, por eso puede escucharnos a todos, y derramar sobre cada uno de nosotros, aquella gracia específica y particular que necesitamos. Pero para que el milagro de Octubre sea completo, les pido que nos dejemos traspasar, tocar por el poder de su Amor. Eso nos va a exigir sincero arrepentimiento de nuestros pecados, confesión sacramental, propósito de enmienda, dejar atrás nuestra vida mala, reparar las injusticias, reconciliarnos con el hermano que hemos ofendido, y deponer sentimientos de venganza. Cuando uno se deja tocar por el amor del Señor, la vida se transforma, y el corazón se llena de paz y de alegría”.
Al concluir la Santa Misa, la venerada Imagen del “Cristo de las Maravillas”, salió a bendecir a sus hijos, en hombros de los miembros de su hermandad, en su último recorrido procesional de este año 2022, alrededor de la Plaza Mayor de la Ciudad, acompañados por los acordes de la Banda de Músicos del Frente Policial de Tumbes, recibiendo a su paso el sentido homenaje de amor filial de parte de un mar humano de fieles devotos que acompañaron al Señor.