Tuvieron que pasar 18 años para que la justicia le dé la razón a Víctor Maldonado, que desde un principio negó la paternidad de un niño. Le avisaron que era «padre» cuando el menor cumplió un año; por eso, siempre dudó.
Sin embargo, tres juzgados: primero, en Ichuña-Moquegua, luego el Tercer Juzgado de Paz Letrado de 15 de Agosto en Paucarpata (Arequipa) y, finalmente, el Juzgado de Familia de Paucarpata, le obligaron a asumir la paternidad sin ninguna prueba de ADN.
Recién en junio de 2018, le aceptaron una prueba ADN, la que ratificó su testimonio. No era padre del hijo de Nancy Soledad V. A., y por el cual le descontaron más de 116 000 soles por concepto de alimentos.
¿Qué pasa con este dinero? Víctor ha consultado con varios abogados que han llevado casos similares y todos han coincidido en que el dinero no podrá recuperarse. «Lamentablemente, hay vacíos legales que permiten que algunas madres se aprovechen de los varones y les generen perjuicios económicos como en este caso», señala su abogada Roxana Turpo.
¿Cómo surgió todo este problema? Víctor tenía 17 años, cuando supuestamente se convirtió en padre. Bastó que la madre registre al niño con su apellido y este documento sirvió para las demandas por alimentos.
En todas ellas, perdió y cada mes tuvo que hacer depósitos para evitar la cárcel. «En una oportunidad, me negué a pagar por falta de ADN y, cuando llegó la orden de detención para llevarme a la cárcel, tuve que pagar 10 000 soles de los 23 000 que ella pedía», cuenta el trabajador.