Todos podemos confirmar que la pandemia desarrolló nuestras habilidades digitales, aunque aún cueste trabajar nuestro pensamiento digital.
Muy bien, no podemos negar que vivimos un mundo de conexión virtual que será para siempre. La frialdad de un dispositivo no puede apañar nuestro lado humano. Por eso, es importante que sigamos preocupándonos por lo que siente nuestro interlocutor al hablar.
Aunque la tecnología nos ayude a estar cerca, no dejemos esa conexión humana que nos caracteriza. ¡No dejemos de ser empáticos!
Te invito a que me sigas en Linkedin 👉 https://bit.ly/34jZd8n para compartir contenido de valor.